Una jueza llama a una perra como testigo en el juicio de su maltrato

Es la primera vez en España que un animal entra en un juzgado para tomarle declaración. La fiscal dio voz a Milagros, «porque ella no puede hablar». La tiraron a la basura en una maleta.

«Que pase la testigo perjudicada». Con esta frase y con el ser vivo que entró en la sala segundos después se ha escrito un nuevo capítulo en la historia de la Justicia en España. Las palabras las pronunció la titular del Juzgado de lo Penal número uno de Santa Cruz de Tenerife, Sandra Barrera, y la testigo perjudicada era Milagros, una perra de raza pit bull a la que su anterior dueño maltrató casi hasta la muerte y luego abandonó dentro de una maleta junto a la basura. Es el primer animal que entra en un juzgado a declarar.

La decisión de la jueza de citar como testigo a Milagros en el juicio contra su antiguo dueño no solo ha sido algo excepcional, sino un gesto «muy meditado» con el que pretende «generar conciencia» sobre la gravedad del maltrato animal, indicó este miércoles Sandra Barrera, a quien el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha concedido la compatibilidad para que siga en su cargo de presidenta del Grupo Animalia, una organización de defensa del bienestar animal.

La jueza, además, contó en este «acto simbólico» con una aliada de excepción, la fiscal de Medio Ambiente de la provincia tinerfeña, Francisca Sánchez, que fue quien aclaró, cuando la perra entró en la sala de vistas y se colocó con su nueva dueña junto al estrado en actitud de declarar, que «obviamente la testigo no puede hablar» y que, por tanto ella, como acusación pública, expondría las lesiones que sufrió y cómo se encuentra ahora.

«Fue muy bonito ver entrar a la perra y que la fiscal tomara la palabra por ella», dijo ayer Barrera, para quien, más allá del efectismo, «que la perra exista tiene una gran importancia a nivel pericial» porque el resto de testigos «pudieron verla y reconocerla» y, de alguna manera, también fue «una pieza de convicción» en el juicio, «además de una perjudicada», enumeró.

 

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Fiscalía

La Fiscalía acusa a Sergio M.J. y a su pareja de un delito de maltrato de animales domésticos y solicita la pena de nueve meses de prisión y dos años de inhabilitación para trabajar con animales y poseer otros perros.

El antiguo dueño de Milagros declaró desde la cárcel de Arcos de la Frontera, donde está en prisión preventiva después de que Sandra Barrera dictara una orden de busca y captura contra él «porque no respondía a las citaciones para el juicio».

Abogada antes que jueza

Sandra Barrera antes que jueza fue abogada y, desde el otro lado, ha defendido infinidad de casos relacionados con el maltrato animal. Su último gran éxito, aunque fue una compañera suya quien acudió al juicio, porque ella desde agosto forma parte de la carrera judicial, fue la condena a la Naviera Armas por la muerte de un perro durante la travesía de uno de sus barcos desde Tenerife a La Gomera en agosto de 2016.

Barreda fue, como ella relata, «la abogada del perro Thiago», un bulldog inglés que murió por un golpe de calor provocado por las malas condiciones del transporte, metido en una jaula y sin la debida refrigeración pese a que se trataba de un día de muy altas temperaturas.

El juez no solo condenó a la naviera a pagar 1.100 euros son por daño material, 95 por gastos del veterinario, sino que por segunda vez en España, reconoció el daño moral que provocó la muerte del perro en las dos niñas de la familia propietaria del can y, por este concepto, le impuso 4.000 de multa. Las hijas pequeñas presenciaron la agonía y los intentos por reanimar a Thiago, relata Barrera, orgullosa de que sentencias así digan mucho de cómo están cambiando las cosas con respecto al trato a los animales, aunque considera que aún hace falta mayor formación de los operadores jurídicos en derecho animal.

Fuente: Canarias7