El acusado tenía 16 podencos en unas «condiciones lamentables».
El fiscal de Medio Ambiente de Las Palmas, Javier Ródenas, ha interesado una condena de 18 meses de cárcel para Marcos Andrés S.S., acusado de un presunto delito de maltrato animal. En el juicio de ayer, el encausado negó el maltrato de sus 16 podencos pero el fiscal argumentó, avalado por los informes del Seprona y una veterinaria, que estaban «en condiciones lamentables», atados y sin sustento.
En la vista, un vecino testigo, el equipo de agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y la veterinaria que realizó el informe acerca de estado de los 16 podencos que tenía Marcos Andrés S. S., ratificaron el mal estado en que se encontraban los canes en una perrera en Santa Brígida.
«Los perros estaban en un estado lamentable y deplorable y el dueño –refiriéndose al acusado– solo los mantenía con vida. Eran como trastos en un trastero», manifestó un vecino que denunció los hechos el 28 de octubre de 2014.
En la misma línea, los agentes del Seprona que realizaron la inspección en la perrera de Marcos Andrés S. S. el 25 de mayo de 2017, declararon ante el Tribunal que «no había suficientes cazos de comida para todos los perros y muchos no llegaban a los mismos puesto que las cadenas donde estaban amarrados eran muy cortas», señalaron. También declararon que el acusado «estuvo en todas las actuaciones y se mostró colaborador puesto que era consciente de que los animales no estaban en buenas condiciones», dijeron.
Por su parte, la veterinaria que inspeccionó a los animales relató que «un cachorro murió al ser mordido y una hembra falleció por filaria meses después», hechos por los que el Ministerio Fiscal modificó su petición de penas aumentándola a 18 meses de cárcel para el acusado.
Mientras, la defensa interesó una pena por abandono animal y no por maltrato como pedía el fiscal, puesto que, según el acusado, no les había dado de comer ni beber a los perros como debía «solo por un tiempo» ya que no tenía «dinero ni siquiera para comer yo ya que estaba en paro y sin ningún ingreso y si los llevaba a la perrera, los iban a sacrificar», dijo.
Condenado por asesinato.
Se da la circunstancia de que el acusado de maltrato animal, ya fue declarado culpable de asesinato en diciembre de 2012 tras haber acabado con la vida de su propio padre. Por estos hechos, se le impuso una pena de cárcel de cinco años, aunque se le concedió el tercer grado a mitad del año 2013.
Las imágenes corresponden a los podencos que tenía el acusado cuando fueron intervenidos por agentes del Seprona. El mal estado de los animales es notorio, aunque pudieron salvar sus vidas.
Fuente: Canarias7