Los animales desarrollan estas enfermedades de una forma muy similar a los seres humanos, por lo que muchas terapias se pueden aplicar a todas las especies.
El cáncer de mama y el linfoma son, junto al cáncer de huesos, los tumores más frecuentes en perros y gatos. Los animales desarrollan estas patologías de una forma muy similar a los seres humanos, por lo que muchos tratamientos pueden ser aplicados a ambas especies. «En general, estos tumores son semejantes. Si bien es cierto que muchas neoplasias en perros y gatos dependen de la raza del animal, pero lo cierto es que su evolución es similar a la que experimentamos los humanos», sostiene Guillermo Couto, oncólogo veterinario de una clínica privada de Pensilvania, y ex jefe de Oncología de la Universidad Estatal de Ohio.
Se trata de uno de los asuntos de relieve que está siendo abordado en las Jornadas Canarias de Oncología Veterinaria, que dieron comienzo ayer en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria, en paralelo a la celebración del Congreso de la Sociedad Europea. El encuentro, que reúne a más de 300 expertos en la materia, se prolongará hasta esta tarde.
El especialista oncológico sostiene además que el cáncer de mama «es muy frecuente en España, algo que no ocurre en Estados Unidos, ya que los dueños de las mascotas suelen castrar a las perras y gatas antes del primer celo, lo que hace que se reduzca el riesgo a sufrir la dolencia». Asimismo, Couto asegura que las similitudes existentes entre ambas especies ha contribuido al desarrollo de métodos diagnósticos y de tratamientos que son extrapolables a la medicina humana.
Por lo que respecta a las causas que propician la aparición de estos tipos de cáncer en estos animales domésticos, el profesional apunta que «la gran mayoría de los determinantes que indican si un perro o gato va a sufrir cáncer tienen un origen genético». A su juicio, «hay perros que tienen una alta incidencia a sufrir linfomas, por ejemplo, pero también es cierto que existe una serie de factores ambientales y de hábitos alimenticios de los que aún tenemos muy pocos conocimientos».
Siguiendo esta línea, en el caso de los gatos, el especialista argumenta que en la especie felina hay diversos virus que inducen el desarrollo de tumores. «Un ejemplo puede ser el virus de la leucemia felina, que predispone al animal a tener cáncer. Lo mismo ocurre con el virus de la inmunodeficiencia felina, que es muy similar a los efectos que produce el sida en nuestra especie».
En cuanto al linfoma, Couto advierte que se trata de una patología que, de no ser tratada, «ofrece al animal una esperanza de vida muy corta, que oscila entre los 30 o los 40 días». Y en el caso de recibir el tratamiento correspondiente, y dependiendo del tipo de linfoma, «pueden llegar a vivir entre uno y tres años con una excelente calidad de vida».
Por su parte, Enrique Rodríguez, presidente del Colegio de Veterinarios de Las Palmas y responsable del comité organizador local del evento, indica que la incidencia del cáncer de huesos en los perros de Canarias «puede ser entre 100 y 150 veces superior que en los seres humanos». Al respecto, el profesional destaca que se trata de una dolencia frecuente en niños, «y muchos de los tratamientos que se les aplican hoy en día a los pequeños se implementaron con perros». Y agrega que, «la aparición de esta enfermedad en animales podría estar ligada al sobrepeso, o bien, a un desarrollo físico más rápido de lo normal».
No obstante, el presidente lamenta el hecho de no disponer de estadísticas en España que revelen la incidencia de cáncer en perros y gatos. «Ahora mismo la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria está llevando a cabo un estudio de archivo para tratar de averiguar la distribución de pacientes con cáncer en las Islas, y se prevé que se termine a finales de este año», anuncia el veterinario.
Sin embargo, en base a las explicaciones del profesional, «lo que sí sabemos es que los veterinarios recibimos cada día más pacientes con cáncer porque los perros viven más tiempo, y la aparición de tumores está asociada a la edad». Ademas, resalta que el cambio más sustancial que se ha producido «es el reconocimiento de los animales como miembros de la familia, lo que ha determinado que se produzca un mayor número de visitas a las consultas veterinarias».
Fuente: La Provincia.
Adjunto: Linfoma, mama y huesos son los tumores más comunes en perros y gatos