La rabia es una enfermedad mortal provocada por un virus y descrita en los mamíferos, inclusive el hombre y el perro, de rápida aparición y que afecta al sistema nervioso central, provocando la muerte si no es tratada con urgencia.
El perro es el principal mamífero doméstico implicado, aunque existen otros mamíferos en función del área geográfica. En Europa es particularmente importante el murciélago y el zorro.
La transmisión del virus se produce, fundamentalmente, a través de la mordedura de un animal enfermo, o cuando su saliva se pone en contacto íntimo con heridas frescas y abiertas.
El periodo de transmisibilidad de un perro enfermo de rabia comprende desde que empieza a eliminar el virus por la saliva hasta que muere, no siendo este periodo superior generalmente a 10 días.
La rabia sigue presente en el mundo, con las dos terceras partes de los países todavía infectados. La mitad de la población mundial vive en zona endémica, y más del 80% de los fallecimientos se producen en zonas rurales con poco o ningún acceso a las campañas de información sanitaria y a los cuidados tras una mordida.
África y Asia son los continentes con el más alto riesgo de mortalidad humana.
LA VACUNACIÓN, LA MEJOR PREVENCIÓN
En Canarias, la vacunación en perros es obligatoria con carácter anual*, y en gatos, aunque su vacunación también es recomendable, la obligatoriedad se establece cuando entran o salen de las islas.
Es necesario recordar la importancia de la prevención de la rabia en Canarias dada su situación geográfica y por motivos de la inmigración.