Ecologistas proyectan un observatorio de aves en la presa de la Umbría

Ascan plantea a Urbanismo construir varias cabañas de observación en este espacio natural | Buscan convertirlo en punto de referencia para los ornitólogos

La Asociación Canaria para la Defensa de la Naturaleza (Ascan) quiere convertir el entorno de la presa de la Umbría, entre los Llanos de María Rivera y La Milagrosa, en un punto de observación ornitológica, algo que ya ha planteado al área de Urbanismo y Medioambiente del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. La organización ecologista, conocedora de la relevancia natural de este enclave en la parte alta de Las Palmas de Gran Canaria, ya ha realizado repoblaciones forestales para potenciar la restauración del hábitat de las aves, tanto migratorias como endémicas, que utilizan este lugar para descansar o anidar. El proyecto se encuentra sobre la mesa del concejal Javier Doreste para encontrarle los fondos necesarios para su ejecución.

Según Eugenio Reyes, uno de los promotores de este observatorio ornitológico y miembro de Ascan, Urbanismo ha acogido con «ilusión» la idea, y ahora esperan poder hacer uso de los fondos de recuperación que llegarán de la Unión Europea para ponerla en marcha. «La importancia de tener un observatorio de aves, aparte del disfrute de la naturaleza y la salud emocional que lleva consigo, es también la de convertirse en un punto de referencia científico», explicó ayer, ya que la avifauna son «esos mensajeros callados» que avisan sobre enfermedades, epidemias y pandemias y plagas como «guardianes de nuestra salud ambiental».

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Para alcanzar este objetivo, Ascan ha propuesto la construcción de varias cabañas de observación en el entorno del embalse, que para muchos ya es una parada obligatoria para los amantes de la ornitología. Entre ellos, Antonio Cardona Sosa, periodista ya fallecido que fuera presidente del propio colectivo ecologista, a cuya memoria pretenden que honre este proyecto en un lugar que él conocía muy bien ya que vivía cerca. «Desde allí y durante años, pudo observar cientos de aves migratorias y endémicas de la zona, y siempre soñó con que aquello fuera un observatorio de aves», recordó Reyes.

«Urbanismo habría acogido la idea con «ilusión», según uno de los promotores, Eugenio Reyes»

Pero más allá de convertirse en un punto de referencia científico para el conocimiento de las muchas especies de aves que transitan por el embalse y sus alrededores, también puede ser un lugar que sirva para estar al tanto de los cambios climáticos que se están produciendo actualmente y que suponen uno de los mayores retos para la humanidad. Además, desde la asociación quieren que sea un reclamo para los muchos visitantes, sean o no expertos en la materia, que llegan cada año a Gran Canaria y decidan convivir y disfrutar de la naturaleza que les brinda la Isla. De este modo, la presa de la Umbría se uniría al conjunto de charcas de San Lorenzo y a las maretas de El Román como una gran superficie de interés ornitológico que demuestre que una Las Palmas de Gran Canaria rural y natural también existe y que no es solo cemento.

El proyecto de observatorio de aves en la Umbría se desarrollará siguiendo varias líneas de actuación. En primer lugar, se procedería a restaurar la biota endémica del lugar como una de las grandes prioridades, puesto que la recuperación de la diversidad vegetal será el sustento para que las aves puedan disfrutar de este espacio. También pretenden consolidar la rehabilitación ecológica de ecosistemas de humedales que, desde la artificialidad, puedan resultar lo más naturales posible.

Las otras dos líneas de actuación se refieren a cuestiones de concienciación de la población: por un lado, facilitando el acceso y disfrute a este espacio a la ciudadanía en general, y por otro lado, convertirse en un vector de desarrollo económico a través de la formación de los gestores del planeta del futuro, dejando no solo un planeta mejor para las nuevas generaciones, sino también a personas mejor preparadas para llevar a cabo esta complicada tarea.

Las laderas circundantes al embalse forman parte del catálogo de zonas de interés medioambiental elaborado por el Ayuntamiento capitalino. Sus 595.122 metros cuadrados de superficie tienen una especial protección por su valor paisajístico, y se encuentran dentro del Paisaje Protegido de Pino Santo. Se pueden ver desde eucaliptos a lentiscos y acebuches.

 

FUENTE: La Provincia

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