La población de esta ave endémica, que en la actualidad alcanza los 317 ejemplares, se recupera en la cumbre tras el fuego de Inagua.
Miguel Angel Rodríguez, consejero de Medio Ambiente del Cabildo, entre Marta Moreno y Ruth Oñate, ayer.
El Pinzón Azul, ave endémica de Gran Canaria, se está recuperando con normalidad en la cumbre de la isla y ya supera, con 317 ejemplares censados, el número registrado antes del incendio de 2007, que afectó gravemente a la Reserva Integral de Inagua, principal núcleo poblacional de este pájaro.
La población de Pinzón Azul de Gran Canaria es una especie endémica de la isla en peligro de extinción, por lo que su supervivencia es un objetivo primordial del Cabildo, según señaló ayer el consejero insular de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez. «Es una especie de un valor incalculable que podría incluso desaparecer si no la cuidamos, y para eso estamos. Es el objetivo más importante de este proyecto», dijo.
El Cabildo de Gran Canaria, con financiación de la Unión Europea, puso en marcha desde 2015 el proyecto LIFE+Pinzón, que tiene como objetivos la ampliación del área de distribución y el tamaño poblacional de la especie en Inagua y la Cumbre de Gran Canaria para garantizar la recuperación del ‘Pinzul’, como se le conoce popularmente, según relató el consejero de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo grancanario.
Por ello, el Cabildo de Gran Canaria ha instalado cinco paneles informativos en la Cumbre central dentro del área de proyecto (Cruz de Tejeda, Área recreativa Los Llanos de la Pez, El Aserrador, La Candelilla y Tejeda pueblo) para dar a conocer tanto el proyecto como las particularidades del Pinzón Azul de Gran Canaria, que fue reconocido como especie diferenciada del Pinzón Azul de Tenerife en 2016. También se han colocado bebederos artificiales y se controla más a los depredadores foráneos.
El proyecto LIFE+Pinzón está subvencionado por la Comisión Europea, tiene como beneficiario coordinador a la empresa Tragsa y como beneficiarios asociados a la Consejería de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria y la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. El proyecto se enmarca en el fomento y desarrollo de la Red Natura 2000, la red de espacios protegidos de la Unión Europea, según explicó Miguel Ángel Rodríguez.
«Queremos crear unos pasillos para facilitar que el pinzón vaya más allá de la reserva natural», señaló Marta Moreno, coordinadora del proyecto. «Hay que decir que la población en Inagua está creciendo por sí misma», tranquilizó Ruth de Oñate, representante de Tragsa.
El presupuesto del proyecto es de 1.123.860 euros, con una aportación por parte de la Comisión Europea de 674.316 euros. El ámbito de acción del proyecto se encuentra dentro de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, principalmente entre la Reserva Natural Integral de Ojeda, Inagua y Pajonales y el entorno de la Cumbre Central. El Cabildo de Gran Canaria es el responsable de poner en marcha el Plan de Recuperación del Pinzón Azul vigente desde 2013. Para ello, en 2014 propuso un proyecto a la Unión Europea, solicitando una subvención para su desarrollo.
Los objetivos del proyecto son crear núcleos poblacionales sostenibles de Pinzón Azul en los pinares de la Cumbre de Gran Canaria, mejorar la productividad de individuos viables para la liberación en el medio natural desde el centro de cría en cautividad, conseguir el aumento de la población de Pinzón Azul en la isla de Gran Canaria y la restauración ambiental para la puesta en funcionamiento de los corredores ecológicos.
La Administración ha elaborado folletos y trípticos en inglés y español que serán distribuidos en los distintos talleres y presentaciones del proyecto. Desde el comienzo del LIFE+ Pinzón en 2015, se han realizado 35 talleres en infantil y primaria, 28 presentaciones a adultos y 10 acciones de voluntariado, consistentes fundamentalmente en labores de reforestación para crear corredores ecológicos que unan los dos núcleos de población de la especie.
Fuente: La Provincia