El Gobierno aboga por estudiar las áreas por las que transitan para protegerlas como ya se hace con los cetáceos.
La colisión contra los barcos es la primera cauda del varamiento de las tortugas marinas Canarias, donde no hay una zona acotada para estos animales, pues estudiar su paso, en comparación con los cetáceos, es más complejo.
El viceconsejero de Lucha contra el Cambio Climático y Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Pérez, informó de esta situación en la presentación del protocolo de actuación ante varamientos de tortugas marinas en las islas. Pérez explicó en rueda de prensa que las aguas canarias están «masificadas» por un alto número de embarcaciones que transitan por ellas, lo que hace que algunas tortugas choquen contra éstas y acaben heridas
Por ello, abogó por estudias las áreas por las que transitan estos animales con el fin de protegerlos de forma similar a como ya se hace con los cetáceos en las aguas que se encuentran entre Tenerife y La Gomera, donde los barcos reducen la velocidad y se desvían para evitar colisiones.
El archipiélago canario se encuentra en el paso migratorio de varies especies de tortugas marina, como la tortuga boba (Caretta caretta) o la tortuga laúl (Dermochelys coriacea), e incluso puede considerarse un lugar de residencia temporal de otras especies, como la tortuga verde (Chelonia mydas).
A diferencia de lo que ocurre en el resto de las demarcaciones marinas nacionales y europeas en las que el 80% de ejemplares varados están muertos, en Canarias el 82,9% de las tortugas marinas varan vivas. Por ello, es necesario que la actuación ante los varamientos de tortugas marinas sea altamente efectiva de manera que permita la recuperación del mayor número de ejemplares, ha precisado el viceconsejero.
El 70% se recupera
La gran fortaleza de estos animales, junto con la experiencia adquirida por el personal responsable de Canarias, han permitido obtener un gran éxito en la recuperación de las tortugas que se sitúa por encima del 70% de casos. En Canarias la especie de la que se registran más varamientos es la tortuga boba (96,7%), seguida de un menor número de ejemplares juveniles de tortuga verde (1,9%) tortuga laúl (1%).
También existen registros de otras especies consideradas esporádicas en Canarias, como los 18 registros de tortuga carey (Eretmochelys imbricata), tres registros de tortuga olivácea (Lepidochelys olivacea) y un solo ejemplar de tortuga golfina (Lepidochelys kempi), que varó recientemente en eTenerife.
Según la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, el varamiento de tortugas marinas en las costas canarias es un fenómeno frecuente, debido principalmente al impacto antropogénico que se está ejerciendo sobre ellas. Una adecuada, constante y homogénea recogida de datos de los ejemplares varados permite profundizar en el estudio de su biología y ecología, que puede ayudar a mejorar las estrategias de conservación y gestión de las especies y su hábitat.
Otra de las amenazas que impacta en las tortugas marinas localizadas en Canarias es la basura como redes de pesca o plásticos, que hacen que los animales queden enredados causando importantes heridas en el cuello y las aletas, llegando incluso a hacerles perder alguna de ella.
FUENTE: Canarias7