ES MUY RELEVANTE LA FUNCIÓN DE SUPERVISIÓN DE MATERIAS PRIMAS PARA ALIMENTACIÓN ANIMAL, BASE DE LA ELABORACIÓN DE LOS PIENSOS
Los veterinarios son un agente fundamental para el desarrollo de la agricultura, que supone cerca del 3% del Producto Interior Bruto Español (PIB), ocupa al 3,5% del número de trabajadores, con cerca de 750.000 empleos en el sector primario, representa la actividad principal en gran parte del medio rural y es, además, la base de nuestra alimentación.
Con motivo del Día Mundial de la Agricultura, que se celebra cada año el 9 de septiembre, la OCV subraya su compromiso con un sector imprescindible para la supervivencia de todas las especies de la tierra y que se enfrenta a grandes retos como el cambio climático, el deterioro de los suelos, la globalización o las nuevas formas de consumo, y que también apuesta por la innovación y la producción eficiente.
Asimismo, la industria agroalimentaria en España aporta cerca de 100.000 millones de euros y genera 2,3 millones de empleos directos e indirectos, en agricultura, ganadería, pesca y la propia actividad transformadora. Entre esos trabajadores “nos encontramos cientos de veterinarios que, junto a otros profesionales, trabajamos en la mejora de las técnicas y métodos de producción, así como en la calidad y seguridad de los alimentos desde el campo a la mesa, a lo largo de toda la cadena”, recuerdan desde la OCV.
Labor de los veterinarios en el sector agroalimentario
Una de las principales responsabilidades de los veterinarios se centra en supervisar las materias primas utilizadas en alimentación de la ganadería –cereales, oleaginosas, forrajes…- para obtener piensos equilibrados, con alto valor nutritivo y formulados de manera que se ajustan a las necesidades, edad y estado de cada especie, esenciales en la producción animal.
Además, España cuenta con uno de los sistemas de seguridad alimentaria más solventes del mundo, con un minucioso control de trazabilidad. “Realizamos un ejercicio integral en la vigilancia y control de los productos, tanto de origen animal como de origen vegetal, para garantizar que los consumidores tienen acceso a alimentos sanos que cumplen estrictos controles sanitarios, una función de importancia capital dentro de la salud pública”, concluye la OCV.