Expertos y profesionales coinciden en que el presa canario no resulta peligroso. La muerte de una mujer en Madrid, tras ser atacada por su animal, abre el debate de su peligrosidad.
Una mujer falleció en Madrid el pasado martes tras caerle encima unos palés que tenía almacenados en su casa después de que supuestamente le atacara su perro de presa canario, aunque la policía aún está investigando el suceso para aclarar la causa exacta de su muerte. Una tesis señala que el perro la mordió y otra que el presa canario, tras caerle encima los palés a su dueña, pudo intentar ayudarla con su boca para sacarla entre las maderas y de ahí las señales de sus dientes en el cuerpo de la mujer. El presa canario, un animal de doble filo, abre el debate sobre su peligrosidad. Los expertos se dividen.
El presa canario es una raza de perro autóctona de las islas que además es símbolo de Gran Canaria, junto al cardón. Vive en el Archipiélago desde la conquista. Las funciones del perro de presa canario en los últimos cinco siglos han sido de guarda y de brega con el ganado vacuno. Es un perro de morfología robusta y molosa, aunque a la vez ágil y rápido. En la década de los 60 estuvo a punto de extinguirse pero en los 70 resurgió y se recuperó. El setenta por ciento de esta raza vive en Canarias y el treinta por ciento restante en los cinco continentes del mundo.
Tras el desgraciado suceso mortal, los expertos y profesionales coinciden en aceptar que el perro de presa canario no es un animal potencialmente peligroso, y de hecho la ley estatal en esta materia lo excluye. En la ley solo se incluyen ocho razas de perros peligrosos: pitbull terrier americano, staffordshire bull terrier, rottweiler, dogo argentino, fila brasileño, tosa inu y akita inu japoneses y dogo de Burdeos.
«El 90% de los problemas los generamos nosotros, no los perros»
Clemente Reyes, secretario del Club del Perro de Presa Canario y juez de esta raza, señala que es muy difícil pronunciarse sobre el suceso de Madrid porque no está aún muy claro. «Dicen que el perro mordió a la señora pero no sé si fue antes o después. Muchas veces ha pasado, como aquí en Arucas, que el perro intenta ayudar a la persona que está desfallecida y lo hace con la boca porque no tiene otra forma. Y muchas veces tira del brazo. En Arucas la pobre perra lamía la cara de la dueña, que estaba inconsciente por infarto, y como le arañaba la cara pensaron que la perra se le había tirado a la señora, pero todo lo contrario, la perrita trataba de ayudar. El perro no se puede defender de las acusaciones porque no habla».
Según él, «el noventa por ciento de estos casos el problema lo generamos nosotros, los humanos. Los perros actúan por instinto, pero no por maldad, alevosía ni nada parecido. Hay que hablar de individuos porque hablar de razas peligrosas es un error. No hay un comportamiento igual en todos, y eso de las razas peligrosas es un invento del Gobierno central, que los metió en la ley de los potencialmente peligrosos. Con esa ley han generado un disparate tremendo».
«Un perro no muerde porque le da la gana, muerde porque su instinto le dice que tiene que reaccionar así ante una acción concreta, no porque sean malvados o quieran hacer daño. El caso de Madrid y con los datos que tenemos es difícil determinar qué pasó realmente. En el 90% de los casos esas cosas se deben a que el perro tiene un maltrato o una tara porque lo han manipulado o por problemas de falta de precaución con los animales». «Nadie defiende al pobre perro, se tiende a criminalizarlo y es el que menos culpa tiene. El perro de presa canario no es potencialmente peligroso. Para nada», sostiene Reyes. El caso de Capitán, el perro que mató a una mujer en los años 90 en La Isleta, ocurrió «porque el dueño era un macarra y tenía al perro para echárselo a la gente», agregó Reyes.
«Algunos atacan porque los maltratan y un día explotan»
Antonio Miguel Martel, adiestrador profesional de perros de presa, también cree que el canario no es una raza peligrosa. «Se han catalogado ocho razas de perro peligrosas y el presa canario no está entre ellas. La ley dice que cuando un perro tenga tres de una serie de características establecidas puede ser peligroso. Entonces cualquier raza de perro híbrido y mezclado puede ser peligroso desde el momento en que tenga pelo corto, un peso de más de veintitantos kilos y una buena mandíbula en una cabeza grande. Todos cumplen con al menos tres de las características, por lo que entonces todos los perros cruzados son peligrosos».
Para él ninguna raza es peligrosa. «Para mí el mejor perro de rescate es un pitbull. Lo que pasa es que hay que buscar unas características equilibradas. Es duro y buenísimo porque tiene unos altos instintos de presa y caza. Es cuestión de ejemplares, no de raza. En una crianza mal hecha no miran si los perros son adecuados para la monta. Aquí todo el mundo cría».
El doberman no está entre las ocho razas catalogadas como peligrosas porque en 1999, cuando se aprobó la ley, no había ocurrido ningún incidente grave con esa raza. «La culpa no suele ser del perro sino del dueño, que no lo sabe educar bien. A veces por malos cruces o por no saber criarlos adecuadamente. Todas las razas no las puede tener cualquiera. Los perros con carácter necesitan propietarios con carácter.
«Algunas reacciones de los perros contra sus amos es porque estos los llevan maltratando muchos años y un día te las cobra todas juntas. Supuestamente a la mujer se le cayeron los palés encima huyendo del perro, pero a lo mejor no huía del perro. Es posible que los palés se cayeran y el perro la quisiera rescatar, pero como no tiene manos usa la dentadura para sacarla. Los incisivos del perro perforan. En el periódico se decía que la señora era criadora de presas y de pitbull, y al parecer no tenía bien alimentados a sus perros. Y a lo mejor los maltrataba. Entonces no podemos hablar de criadora. Los perros no hablan, no pueden defenderse y no tienen quien los defienda».
«No hay ningún perro peligroso pero sí perros mal educados»
Manuel Zumbado, vicedecano de Planificación Académica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas, afirma que «hay voces que están a favor de cambiar la normativa de la Ley de los animales potencialmente peligrosos porque estás condenando a una serie de razas. Aunque se habla genéricamente de animales potencialmente peligrosos, al final son los perros a los que señala».
«Razas que siempre han convivido con el hombre de pronto aparecen como señaladas fuera de lugar. No hay ningún perro peligroso, hay un perro que está mal educado o lo educas para algo que no es. Cualquier perro de guarda y defensa, como el perro de presa canario o el bardino, está preparado para guarda y defensa. Esos animales nunca atacan sino simplemente defienden a su amo y sus terrenos».
Asegura que hay una serie de individuos que utilizan el animal «como una escopeta o una pistola. Hablamos entonces de animales que están entrenados para hacer daño de una manera absolutamente cruel. Están sometidos a unos entrenamientos y en unas condiciones inadecuadas. Es como si a nosotros nos meten en un cuarto y nos quitan la comida y el agua. Al final acabas desquiciado».
«Si el animal ha estado criado en malas condiciones, en un momento determinado puede revolverse hasta con su propio dueño. Un león, aunque lo tengas desde pequeñito, en cualquier momento puede sacar su lado salvaje, pero un perro criado normalmente no se pone agresivo con nadie, y menos con su dueño. Es absurdo. No hay perros asesinos».
«Debe mejorarse la ley nacional de animales peligrosos»
Pedro Cerpa, veterinario municipal de Telde, reconoce que la normativa en esta ciudad sí reconoce a los presa canario como perros potencialmente peligrosos ya que cada municipio puede añadir las razas que crea conveniente a la lista de ocho de la ley nacional. Sin embargo, cree que «la normativa, que salió en el año 99, tiene fallos. En eso todo el mundo coincide. Debía mejorarse la normativa nacional porque se sacó deprisa, mal y corriendo. En los foros con los compañeros veterinarios de otros municipios comentamos que tiene fallos y que algún día el Gobierno centra tiene que mejorarla».
Por otro lado, la comunidad autónoma canaria, a diferencia de otras, no ha legislado ni ha desarrollado la ley nacional. «Cada ayuntamiento ha hecho ordenanzas: unos han dejado las razas que figura en la ley y otros han añadido algunas. Nosotros en Telde metimos más razas y entre ellas está el famoso perro de presa canario. En los criaderos hay unos follones porque algunos lo quieren llamar dogo en vez de presa».
«El presa canario es noble, sociable y entrañable»
Manuel Morales, profesor titular de Medicina y Cirugía de Pequeños Animales de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (LPGC), entiende que el presa canario «no solo no es una raza de perro potencialmente peligrosa, sino que es una animal muy entrañable con sus dueños y en general es muy sociable. En cualquier caso la socialización que se haga en los animales es la base para que la relación con las personas sea lo más adecuada posible».
«Cualquier animal que no esté adecuadamente socializado puede provocar un caso de peligrosidad al humano, pero lo mismo da que sea un presa canario o un yorkshire terrier. Lo que pasa es que el daño que ejerce un animal de estas características no es igual que el de una raza pequeña». «El presa en ningún caso es más agresivo ni más violento. Todo lo contrario».
Fuente: La Provincia