Reforma normativa. El gobierno inicia el trámite para modificar la Ley de Protección de Animales de 1991. La norma fue pionera en España, pero tras 26 años «ya no está dando respuesta a la demanda social».
A finales de este mes se cumplirán 26 años desde que Canarias aprobara su Ley de Protección de Animales, pionera en España por prohibir «la utilización de animales en peleas, fiestas, espectáculos y otras actividades que conlleven maltrato, crueldad y sufrimiento». Tres cuartos de siglo después aquella ley comienza su reforma.
Canarias rompió moldes cuando en 1991 aprobó una ley en la que ya descartó los espectáculos sangrientos con animales, con la salvedad de las riñas de gallos, que por motivos culturales siguen siendo legales. Tras 26 años en vigor, la norma ha quedado claramente «obsoleta» y el propio Gobierno de Canarias reconoce que «ha llegado el momento» de modificarla o de redactar una norma completamente nueva «si los cambios a introducir son de suficiente trascendencia».
Hasta el 4 de mayo está abierto el plazo de consulta -aunque es prorrogable- sobre la revisión de la normativa de protección animal para, una vez recogidos los aportes de colectivos y ciudadanos a título particular, proceder a la elaboración del anteproyecto de ley. El objetivo es iniciar el trámite legislativo cuanto antes para que la modificación de la actual ley «esté aprobada en un año», indica Antonio Llorens, director general de Transparencia y Participación Ciudadana, con competencias delegadas de viceconsejero de Administraciones Públicas.
Llorens reconoce que no solo ha sido la presión de los colectivos animalistas la que ha llevado al Gobierno a iniciar la modificación de la Ley de Protección de Animales, sino que «es evidente» que esta norma, que tiene 26 años, «ya no está dando respuesta a una demanda social cada vez más creciente» con respecto a la protección y el bienestar animal.
«El concepto de animal doméstico no es el mismo ahora que hace 20 años», dice Llorens, que pone como ejemplo el reciente cambio en el Código Civil para considerar a los animales seres sintientes y no cosas. También la «calidad de vida de los perros de caza y lo relativo al arrastre de ganado o el transporte de animales» ha cambiado, dice Llorens, que resalta la sensibilización de la sociedad contra el uso de animales en espectáculos circenses o de zoológicos o las corridas de toros y peleas de perros y gallos.
Más información en el adjunto: Nuevo Estatus para los animales.
Fuente: Canarias 7
