La actuación policial se inició gracias a la llamada de una ciudadana al teléfono 092, donde se dio aviso a la Policía Local del estado deplorable de cuatro perros abandonados por su dueño en el interior de una vivienda del barrio de Lugarejo.
La UCAPOL, Unidad Canina de la Policía Local, se hizo cargo entonces de comprobar los hechos, observando desde el exterior de la vivienda el estado crítico en que se encontraba los animales.
Los agentes comprobaron que el propietario del inmueble donde se encontraban los perros no acudía usualmente al lugar, por lo que estos estaban completamente desatendidos y no recibían agua, alimento ni los cuidados higiénicos necesarios.
Ante tal situación, los policías solicitaron a la autoridad judicial una orden de acceso al domicilio con el fin de rescatar a los animales, siendo la orden emitida por el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia.
Agentes del Grupo Adscrito de Policía Judicial de la propia Policía Local, accedieron entonces junto a miembros de la Unidad Canina al domicilio,rescatando del interior a los perros y hallando también varios hurones, de los cuales solo uno permanecía aún con vida.
Junto a la Policía Local accedió a la vivienda una veterinaria del servicio municipal de salud pública, quien confirmó el estado crítico de salud e higiene de los animales, siendo todos ellos intervenidos por los agentes policiales.
Los cuatro perros fueron trasladados al albergue insular, donde se encuentran recibiendo atención veterinaria, cuidados y alimentos hasta completar su recuperación y poder ser entregados en adopción.
Por su parte, la Policía Local ha iniciado las diligencias judiciales contra el propietario de los animales, un hombre de 69 años y natural de Las Palmas de Gran Canaria, a quien se acusa de un presunto delito de maltrato animal, castigado con penas de prisión de hasta 1 año de prisión.