«Detrás de un buen queso, hay una raza de cabra mejorada genéticamente»

Angeles Marichal, veterinaria

— ¿Cuáles son los avances en la mejora genética de la cabra majorera?

— El anuario 2016 de la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura destaca que se ha consolidado el proceso de inscripción de animales en el libro genealógico de la cabra majorera. También que se han detectado animales genéticamente superiores mediante la evaluaciones genéticas que se han realizado en los ganaderos que están en el núcleo de selección, que son los que realizan el control lechero y los análisis de la prueba de filiación mediante ADN. Dentro de estas pruebas hemos conseguido localizar los sementales mejorantes para la producción de leche, de grasa y de proteína, que son valores muy importantes a la hora de tener en cuenta los ganaderos porque son los que interesan para hacer el queso. Por último, se ha genotipado machos para la caseína, que es la proteína más importante de la leche a la hora del rendimiento quesero. No hay que olvidar que toda mejora genética repercute positivamente en el producto final: el queso majorero.

— ¿Qué tiene una cabra genéticamente superior?

— Son los mejores después de haber hecho una evaluación genética, que es lo que sale de medir todos los valores de los controles lecheros durante 210 días en las cabras de más de un parto y 150 días en las cabras de primer parto y complementarlas con las pruebas de filiación, que es sacar el parentesco entre hijas, padres y madres. Todo eso nos lleva a detectar animales genéticamente superiores en un rebaño que habrá que tener en cuenta a la hora de dejarles recrías. Antiguamente se hicieron controles lecheros, pero nunca repercutieron en una mejora del rendimiento de cada una de las explotaciones ganaderas.

— ¿Qué hacer con estos animales genéticamente superiores?

— Los nueve ganaderos que forman el núcleo de control lechero realizan estas pruebas de filiación y el control lechero. De ahí salen estos animales genéticamente superiores de los que se van a beneficiar el resto de los socios de nuestra asociación que no están dentro del núcleo de selección. Estos animales se prestan entre ellos y los demás comprar esos hijo y, poco a poco, se va mejorando la genética de sus explotaciones ganaderas.

 

 

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— Tienen 60 explotaciones ganaderas en la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura. ¿Es síntoma de que el sector colabora con la mejora genética de la raza?

— Al principio nos costó porque veníamos del fracaso de la anterior federación en 2003, pero en el 2011, cuando empezamos a inscribir a la mayor parte del censo, los ganaderos empezaron a confiar un poco más. Aunque todavía queda la labor de que se sigan agregando cada vez más ganaderos.

— No habrá resultado fácil que el ganadero se conciencie de realizar las pruebas de filiación y de control lechero.

— Es increíble, pero no pensé que se tomaran tan en serio esa labor de selección que conlleva trabajo de más. Aparte de valorar morfológicamente sus animales, el ganadero debe anotar en plena paridera madre del baifo que nace, el tipo de parto (doble, triple, etc) y someter a un control individualizado cada 60 días al ganado seleccionado para el control. El padre ya se averigua por los controles de filiación a través de pruebas genéticas del ADN que se envían a analizar a la Universidad de Córdoba. Así hemos conseguido ir seleccionando a los mejores sementales y a las mejores madres, y también lo contrario, es decir que los animales con menos cualidades se van apartando para poder ir a los genéticamente buenos y superiores.

— ¿Dónde está esa cabra o ese macho superior genéticamente: vive en el corral o suelta en la costa?

— En el corral, puesto que es la que interesa al ganadero por su producción láctea. La cabra de costa se deja por la tradición cultural y por la carne.

— ¿Es la cabra de raza majorera la más antigua de Canarias?

— Hay tres razas canarias: la palmera, la tinerfeña (en sus dos variedades de norte y sur) y la majorera. Todas datan de la época prehispánica.

EL LIBRO DE LA RAZA
Iriome Perdomo Cerdeña es la presidenta y Ángeles Marichal es la secretaria ejecutiva de la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura que se fundó en 2010, pero no es hasta 2011 cuando Gobierno de Canarias dio el Libro Genealógico de la Raza Majorera (Fecama) porque hay animales de raza majorera en todas las islas y donde está integrado el colectivo insular. En total 60 explotaciones ganaderas de Fuerteventura están integradas en la asociación, de las cuales 9 están dentro del núcleo de control lechero.

NUEVA GENERACION DE GANADEROS IMPLICADOS
Esta veterinaria destaca la implicación de las nuevas generaciones de ganaderos de Fuerteventura en las mejoras genéticas de los rebaños. «Lo hemos hecho todo con respecto a las queserías, puesto que nadie duda de dónde se ha puesto el nombre del queso majorero en el mercado nacional de productos lácteos, pero nadie duda que, detrás de una Denominación de Origen (DO), tiene que haber una raza pura y defendida por las asociaciones de criadores de cabras como las que existen en nuestro archipiélago».

Además de la presentación del anuario 2016 de la Asociación de Criadores de Cabras de Fuerteventura esta tarde en el casino de Antigua ante todo el sector, la primera institución majorera y los seis ayuntamientos, el colectivo de Fuerteventura presidido desde este año por Iriome Perdomo Cerdeña está presente en cada edición de Feaga y, desde este año por primera vez, organiza uno de los concursos morfológicos de esta feria insular del sector primario que se celebra anualmente en la granja experimental de Pozo Negro.

Fuente: Canarias 7

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